24 Dic Cómo montar una isla de cocina
Conocer los pormenores sobre cómo montar una isla de cocina es fundamental si quieres instalar una. ¿Crees que ganarías en utilidad y versatilidad? ¿O te llama más la atención la estética que ganará el espacio con su instalación? Podrás responder a estas y otras preguntas cuando te quede claro el concepto y las cuestiones fundamentales sobre su montaje.
Lo primero es definir qué es exactamente una isla de cocina. Se trata de un módulo independiente, es decir, está separado del resto del mobiliario. De ahí el nombre, “isla”: no está unida a ningún elemento.
En los últimos años, hemos vivido una auténtica fiebre por las islas de cocina, lo que se debe a sus ventajas. Con ellas se gana en superficie de trabajo, que suele escasear, de manera que hay una nueva extensión para preparar alimentos, hacer tareas de limpieza, almacenar enseres e incluso comer.
Además, se trata de un conjunto muy adaptable. Pude ser fija o incorporar ruedas que faciliten su traslado. También puede variar su tamaño y los elementos a incluir: desde cocinas con placa y fregaderos a simples barras móviles que sirven como punto extra de apoyo. Las configuraciones dan lugar a diferentes tipos de islas entres los que elegir.
Cómo montar una isla de cocina: factores a tener en cuenta
Ya tienes claro qué es una isla de cocina y qué ventajas te puede aportar en el día a día. ¿Te has decidido? Antes de ponerte manos a la obra, te damos algunos consejos útiles de instalación.
Decide el uso que le vas a dar
Sabes que quieres una isla de cocina para ganar espacio, pero ¿qué quieres hacer en ella? ¿Quieres cocinar? ¿Tratar los alimentos antes de cocinarlos? ¿Lavar los platos? ¿Tener una superficie para comer?
Dependiendo de para qué la quieras, la isla de cocina tendrá un tamaño, una distribución y un equipamiento determinados. No basta con definir deseos, claro, también hay que ser realistas con el espacio que se cuenta.
¿Debes hacer reformas?
A veces las reformas son una respuesta ineludible para las preguntas sobre cómo montar una isla de cocina. A priori, realizar cambios que ofrezcan sensación de amplitud y amplíen el espacio real de trabajo siempre será un “sí”. Pero no siempre es posible realizar las modificaciones que queremos.
Tirar un tabique o unificar techos y suelos son algunas de las reformas habituales al instalar una isla de cocina. Si esta lleva electrodomésticos, también habrá que incluir conexiones de luz y/o de agua. Y para ello puede ser necesario llevar tuberías de suministro y desagüe.
Si quieres una isla de cocina sofisticada y bien equipada, necesitarás un estudio profesional que tendrás que abonar.
Ten en cuenta el espacio
En todos los espacios de la casa se busca la amplitud, pero más aún en la cocina. Se trata de un lugar utilitario pensado para trabajar con alimentos y formas de cocinado, así que necesitas espacio para moverte y ejecutar las tareas.
Ten en cuenta lo siguiente:
- La distancia entre la isla y la encimera debería ser de unos 90 cm, como mínimo. Así podrás moverte cómodamente de un lugar a otro.
- La anchura de la isla irá desde los 80 a los 100 cm. Puede ser menos, aunque quizás se quede corta. Dependerá del espacio que haya disponible.
- La longitud total no debería superar los 2,5 m. Está claro que esto no aplica en una cocina industrial, pero las viviendas tienen el espacio limitado.
Piensa en tu presupuesto
Una isla de cocina de unos 90 cm de alto, con ruedas, dos baldas para colocar enseres y una superficie de madera en la que podrías desayunar o tomar el té, te puede salir por unos 250 euros. Hay muebles de cocinas de exterior que podrían adaptarse a lo que buscas. No necesitarás nada más, solo instalarla y usarla.
Pero, a modo ilustrativo, nos vamos al otro extremo: el de una isla más grande en la que incluso quieres instalar una placa de cocina, y para la que además necesitas realizar reformas.
El precio final puede superar los 4500 euros fácilmente entre el estudio profesional, la licencia de obras menor, las obras para tirar el tabique y retirar escombros, la unificación de suelos, la construcción del falso techo y el precio de la isla.
Aún podría ser mayor si se trata de una transformación completa del espacio, por ejemplo, transformar una habitación en cocina. A mayor complicación del proyecto, mayor será la necesidad de ponerte en manos de verdaderos expertos.
Piensa en alternativas
Has llegado hasta aquí porque quieres saber cómo montar una isla de cocina, y ya hemos dicho que hay tantos tipos que seguro que encuentras el que mejor se adapte a ti. Pero siempre es bueno pensar alternativas que satisfagan tus necesidades y se adapten tanto al espacio como a tu presupuesto.
¿Has pensado en una península? Como puedes intuir por el nombre, y a diferencia de la isla, esta parte del mobiliario sí va unido al resto. La península proporciona una superficie que sobresale respecto al resto del conjunto y, como sucede con la isla, puede tener múltiples usos: para las comidas, para procesar los alimentos que cocinarás luego, para almacenar, etc.
Bonus: ¡evita errores frecuentes!
Las islas de cocina demasiado grandes no hacen más que servir de obstáculo, así que sé realista con el tamaño. Y, en caso de duda, redondea a la baja.
No descuides la iluminación. Las lámparas colgantes son una buena idea, pues se trata de facilitarte el trabajo. ¿De qué sirve que cuentes con espacio extra si no está bien acondicionado?
Y aprovecha para potenciar la estética de tu cocina. Los materiales que utilices, el diseño, los taburetes que coloques en torno a ella, la campana… Puedes darle mucha personalidad al espacio pensando bien cómo quieres la isla.
En definitiva, saber cómo montar una isla de cocina implica conocer todas las posibilidades, tanto de tu espacio como de lo que ofrece el mercado. Si estás decidido a hacer la inversión, piensa bien en qué necesitas y haz los cambios necesarios para ganar comodidad a largo plazo. Tienes muchas opciones incluso con presupuesto limitado.
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