El otoño se acerca y pronto pasaremos de la ropa de verano y el aire acondicionado a la ropa de abrigo y a encender la calefacción. Para que te pille preparado, te hablamos de los diferentes tipos de calefacción para el hogar que más se demandan actualmente, de sus pros y sus contras. Y puesto que el verano es la mejor época para preparar tu casa, te vamos a dar algunas pautas sobre los fallos que no debes cometer a la hora de reformar.
Cómo elegir el mejor sistema de calefacción
Antes de decantarnos por uno de los sistemas de calefacción que te indicamos a continuación, tienen que tener en cuenta una serie de consideraciones básicas que te ayudarán a tomar la decisión:
- Presupuesto necesario para hacer la reforma inicial. Implantar un determinado tipo de calefacción u otra va acompañada de una reforma que según lo que pretendamos instalar será más cara y compleja o más sencilla. No es lo mismo montar splits de aire acondicionado con bomba de calor que un suelo radiante.
- Metros que tenemos que climatizar. Según los metros cuadrados de nuestra vivienda, serán más o menos eficientes un sistema de calefacción u otro. Si tenemos una gran vivienda aislada, podremos decantarnos por calefacciones más caras y complejas de montar porque, a la larga, tendremos más ahorros. Si vivimos en un piso pequeño, algunas soluciones serán descartables o poco prácticas dados los metros que necesitamos calentar.
- Tipo de energía que vamos a utilizar. Dependiendo de la energía que podemos utilizar, podemos elegir un sistema de calefacción u otro. Si no tenemos gas canalizado, podremos pensar en la posibilidad de montar una caldera centralizada de gasoil o un depósito de gas, según nuestras necesidades. Tendremos que calcular la energía que vamos a consumir después.
Diferentes sistemas de calefacción
Para que puedas elegir el mejor sistema de calefacción, hacemos un breve repaso de los que actualmente son más demandados.
Equipos de aire acondicionado con bomba de calor
Son sistemas de calefacción muy versátiles, puesto que aprovechan las mismas máquinas y splits que los aires acondicionados. Con una sola instalación resolvemos la climatización en verano y en invierno. Las desventajas que tienen estos equipos es que consumen bastante electricidad y que el calor que producen es un calor seco que muchas personas no soportan porque les afecta a las mucosas. Puede ser una buena alternativa en viviendas pequeñas o en lugares donde no haga mucho frío en invierno.
Calderas eléctricas con radiadores
En zonas más frías, lo habitual es recurrir a un sistema de calefacción centralizada, compuesta con una caldera que es la unidad central que calienta el agua y una canalización que lleva el agua caliente a los diferentes radiadores que colocamos por toda la casa. En este caso, la caldera es eléctrica. La ventaja que tiene es que es un sistema limpio y relativamente fácil de instalar. La gran desventaja puede venir de los altos consumos de energía eléctrica.
Calderas de gas con radiadores
Cuando contamos con suministro de gas ciudad, que es mucho más eficiente y económico que la energía eléctrica, la caldera de gas con radiadores es, sin duda, la mejor opción, sobre todo en zonas con inviernos duros. La caldera de gas es una energía limpia y económica. Podemos tener a la vez agua caliente sanitaria y calor en nuestras habitaciones. Es un calor muy agradable el que nos proporciona y no se dispara nuestra factura de la luz.
En su contra tenemos que decir que necesita un mantenimiento más estricto que en los equipos eléctricos, puesto que estamos quemando gas y puede ser más peligroso. Además se suelen averiar con más facilidad que las calderas eléctricas.
Estufas de pellets
Las estufas de pellets han experimentado un boom en los últimos años. Queman restos de biomasa para producir calor y son muy eficientes, a la vez que ecológicas. El pellet es barato y limpio, ya que apenas genera residuos. Produce un calor agradable y relajante que nos recuerda a las antiguas chimeneas. Además, las estufas de pellets tienen un añadido estético que puede resultar muy interesante.
La desventaja que tiene es que son más complicadas de canalizar si queremos llevar calor a otra zona de la habitación. Están más indicadas para calentar salones o habitaciones individualmente. También tiene el inconveniente de que dependemos del suministro de pellets para su funcionamiento.
Chimeneas
Es la forma más tradicional de calentar un hogar. Las chimeneas han evolucionado y ahora nos encontramos con chimeneas muy limpias, insertadas en cassette y que se adaptan a cualquier estilo de hogar. La chimenea es ecológica porque quemamos restos de podas y produce un calor agradable en el lugar en el que están instaladas.
En contra, tenemos que no son canalizables, es complicado montar en pisos y necesitamos un suministro constante de madera para su funcionamiento.
Calderas de gas con suelo radiantes
Es uno de los sistemas de calefacción más caros y que necesitan una mayor reforma, puesto que tendremos que colocar las canalizaciones del agua caliente debajo del suelo. La fuente de calor es, normalmente, una caldera de gas. A la larga, resulta interesante porque es bastante eficiente, se aprovecha muy bien la energía consumida, pero tendremos que hacer antes una gran inversión.
Calderas de gasoil con radiadores
El sistema es parecido a las caderas de gas con radiadores, solo que la fuente energética es diésel. Quemamos gasoil en vez de gas para producir calor. El gasoil de calefacción es barato y tiene una alta capacidad calórica.
La desventaja estaría en que no es un método ecológico y que nos hace depender de un suministro exterior de combustible.
Fallos que no debes cometer a la hora de hacer una reforma
Finalmente, te damos unos consejos para que no cometas importantes fallos que vemos en muchas reformas. Bien sea para cambiar la calefacción o para cualquier mejora que quieras hacer en tu casa, debes tener en cuenta una serie de pautas fundamentales:
- No deberías ir con un presupuesto ajustado y poco realista. Las obras a veces se complican y los costes se disparan. Por eso es bueno que te dejes asesorar por expertos para que te aconsejen sobre lo que debes hacer y los inconvenientes que te puedes encontrar.
- Piensa en el largo plazo. Esto te evitará hacer chapuzas que tienen poco recorrido. Imagínate tu casa dentro de unos años y así harás una reforma con más criterio que si solo piensan en las necesidades inminentes.
Conocer los diferentes tipos de calefacción para el hogar te sirve para planificar una reforma que quieras hacer en tu hogar. Puedes aprovechar que estás de obra para cambiar el sistema de calefacción. Quizás sea el momento para colocar radiadores por todas las habitaciones, por ejemplo, y disfrutar así de las ventajas de contar con una calefacción centralizada.