Elegir la ubicación de los puntos de luz de una vivienda es algo que debemos tener especialmente en cuenta si estamos pensando en una reforma. Una adecuada iluminación puede conseguir que los espacios se vean mucho más amplios y que resulte más agradable pasar tiempo en los mismos incluso cuando ya no hay luz natural. La luz es la que nos mantiene activos, e influye de forma directa en nuestro estado de ánimo. Por eso, cuando aprovechas la luz natural en el hogar puedes llegar a sentirte con más energía y más feliz. Pero incluso las casas que reciben una buena cantidad de luz solar necesitan recurrir a la artificial en algún momento y, por eso, es necesario hacer una buena distribución de los puntos de luz.
No toda la iluminación es igual
Algo que debemos tener claro es que no toda la iluminación es igual ni cumple la misma función. Hay diferentes tipos de luces para casa que, combinados correctamente, van a conseguir que disfrutemos de una iluminación cálida o más fría, según lo necesitemos en cada momento, evitando que aparezcan esas desagradables sombras que hacen que los espacios se sientan apagados y mortecinos. Entre los tipos de luces, podemos destacar:
- Luz general. Son los puntos de luz que hay en el techo y emiten una luz media que se dispersa por toda la estancia.
- Luz concentrada. Son puntos de luz mucho más focales que buscan destacar un determinado elemento o rincón. Por ejemplo, un punto de luz situado sobre un cuadro.
- Luz indirecta. La luz se refleja en las paredes y los techos y resbala por las diferentes superficies rebajando su intensidad a medida que lo hace. Es una buena alternativa para conseguir espacios con un ambiente más cálido.
- Luz ambiental. Aporta un toque de luminosidad muy ligera, y se consigue a base de lámparas de pie o de mesa.
¿Cómo repartir los puntos de luz en una estancia?
Todo depende del resultado final que estemos buscando. Si el objetivo es que la estancia parezca más amplia, hay que repartir los puntos de luz a una distancia de entre 1 y 1,20 metros entre ellos; o bien aplicar la regla de un punto de luz por cada 10 metros cuadrados.
Por el contrario, si lo que se busca es crear un ambiente más cálido, lo que hay que hacer es concentrar la luz en un punto único. Esto hará que el espacio parezca más pequeño y también más acogedor. Podemos usar la primera regla de distribución de los puntos de luz para áreas como el salón comedor, y la segunda para el dormitorio principal.
Otro dato importante a tener en cuenta es que el color elegido para las paredes va a influir mucho en cómo se perciba la habitación cuando esté iluminada con luz artificial. Para las paredes oscuras, es recomendable escoger siempre focos de luz blanca. Como son más potentes, absorben en cierta medida el tono de la pared y hacen que la habitación se vea siempre bien iluminada y sin sombras. En estancias pintadas en tonos medios o claros, se puede prescindir de la luz blanca en alguno de los puntos y aportar algo de luz cálida.
Puntos de luz según la estancia
Cuarto de baño
El cuarto de baño y la cocina son dos de las estancias en las que más vamos a recurrir a la iluminación artificial, y necesitamos que esta sea potente. Muchos cuartos de baño no tienen luz natural, por lo que hay que potenciar la iluminación todo lo posible.
Como es un espacio en el que no queremos sombras, tenemos que contar con dos puntos de iluminación en sitios diferentes. Lo habitual es tener un punto central, que es el que está colocado en el techo, y un punto auxiliar, que se coloca encima del espejo.
En cuanto a las luces, tienen que ser blancas y muy potentes para acabar con esas sombras que mencionábamos antes.
Cocina
Las pautas de iluminación son bastante similares a las del cuarto de baño. Además de la luz del techo, tiene que haber puntos de luz colocados sobre la encimera. Luces blancas y potentes que nos permitan trabajar con seguridad, y que podemos integrar a través de tiras de luces led.
Si las dimensiones de la cocina permiten tener en ella una mesa, es muy valorable la opción de instalar un punto de luz justo encima de la misma para aportarle una iluminación directa que puede ser de tipo cálido.
Salón-comedor
Esta es la estancia de la casa en la que más áreas diferentes podemos crear y, para ello, podemos utilizar la iluminación. En este caso, vamos a combinar la iluminación general con la luz ambiental.
Si el salón es grande, podemos distribuir varios puntos de luz a lo largo de la zona de descanso, y poner un punto de luz justo encima de la mesa del comedor.
Habitaciones
Como comentábamos antes, en estas estancias, lo mejor es una luz cálida que invite a relajarse y descansar, así que basta con un punto de luz central en el techo.
Acertar con los puntos de luz de una vivienda conseguirá que puedas disfrutar mucho más de cada espacio, incluso que la decoración luzca más bonita y brille con todo su esplendor.