10 Fallos que no debes cometer a la hora de reformar tu casa

No es fácil tomar la decisión de hacer obras en nuestro hogar, puesto que sabemos que vamos a tener que hacer una inversión notable de dinero y además soportar los inconvenientes asociados a vivir en una casa que está en pleno proceso de reforma. Sin embargo, al final el resultado suele ser positivo y eso compensa los malos momentos pasados. Eso sí, hay una serie de fallos que nunca debes cometer a la hora de reformar tu casa si quieres que la experiencia sea realmente satisfactoria, vamos a verlos.

No pensar en tus necesidades concretas

Una casa es para vivirla. Es importante que sea bonita, pero lo fundamental es que resulte práctica para quienes habitan en ella.

Con frecuencia nos dejamos llevar por las casas de revista que vemos en medios como Instagram o Pinterest. Por ejemplo, cocinas blancas en las que todo está en su sitio y sin apenas muebles. ¿Son bonitas? Sí. ¿Son prácticas? La verdad es que no. Imagina ahora que tu familia tuviera que desarrollar su vida cotidiana con esa cocina. Probablemente a los dos días estarías volviéndote loca o loco por no saber dónde colocar las ollas, los vasos, las tazas de los niños, etc.

Puedes conseguir que tu cocina, tu baño o cualquier otra estancia de la casa queden bonitas tras una reforma, pero no te olvides de buscar la practicidad. Y recuerda que tu casa es para ti, no para los demás. Si no hay espacio para una habitación de invitados no te agobies, que se vayan a un hotel, pero no te prives de tener esa habitación para hacer manualidades que tanta ilusión te hace.

Cerrar la terraza sin criterio

Los cerramientos están entre las reformas más demandadas, pero no siempre se hacen bien. Si vas a cerrar la terraza, que sea para ganar metros útiles en la estancia a la que esté pegada. Esto implica hacer el cerramiento y además tirar paredes.

Si cometes el error de cerrar únicamente la terraza, al final le estás quitando luz natural a la casa y lo único que consigues es ganar un espacio que acabará siendo utilizado como trastero.

No ceñirse al presupuesto

En toda obra hay imprevistos, y esto es algo que debemos tener en cuenta. Así que, a la hora de contratar a una empresa especializada en reformas, no escojas una que te ofrezca un coste que se ajuste perfectamente a tu presupuesto.

Si no tienes capacidad económica para hacer todos los cambios que quieres, plantéate hacer la obra por partes, pero nunca vayas con el presupuesto justo. De todo lo que puedes gastar guarda una parte para hacer frente a esos posibles imprevistos que surgirán, así no tendrás que acabar gastando más de lo esperado.

No ser flexible

Es posible que tú quieras una cosa y el profesional te aconseje que no lo hagas o que lo hagas de otra forma. Piensa que se trata de un experto y que su opinión seguramente esté más informada que la tuya.

Si eres demasiado inflexible y te obcecas en no dejarte aconsejar, al final el resultado puede no ser lo que tú esperabas.

No tener las ideas claras

El otro extremo tampoco es bueno. Puede que no seas un experto en reformas o decoración, pero no te puedes dejar llevar al 100 % por lo que te digan los demás. Debes tener una idea más o menos clara de lo que quieres para poder transmitírselo a los profesionales.

Escatimar en cosas importantes

Hay gastos que puedes reducir y otros que no. Si tienes que ajustar el presupuesto procura no estar escatimando en cosas verdaderamente importantes. Por ejemplo, a la larga te será más útil gastar en un buen sistema de iluminación LED que en pintar el salón con pintura lavable.

No comparar presupuestos

Entre los fallos que nunca debes cometer a la hora de reformar tu casa, este destaca especialmente. Antes de contratar a alguien debes conocer cuál es el precio medio del mercado para la obra que quieres hacer, y eso implica comparar presupuestos. Con tres será más que suficiente para hacerte una idea del coste medio y ver si te van a cobrar o no un precio justo.

No pedir referencias

Lo barato puede salir caro y no siempre lo más caro es lo mejor. Por eso, antes de contratar a nadie, asegúrate de saber que estás contratando a verdaderos profesionales. Pide referencias a tu empresa de reformas y así sabrás cómo es su forma de trabajar y si puede ofrecerte el resultado que estás buscando.

No estar pendiente de la reforma

Claro que no es necesario que te pases el día detrás de los obreros, pero tampoco te desentiendas. Revisa diariamente el trabajo realizado. Así, si ves algo que haya que cambiar, esto no supondrá un problema importante ni romperá demasiado el ritmo de trabajo.

No disfrutar con el proceso

Lo sabemos, afrontar una reforma no es fácil y altera tu ritmo de vida normal, pero no debes centrarte en eso o el proceso se te hará todavía más largo. Piensa en lo bien que va a quedar tu casa y empieza a hacer planes sobre la decoración o sobre la reunión familiar que vas a organizar para celebrar el fin de la obra.

Ahora que ya has visto los fallos que nunca debes cometer a la hora de reformar tu casa, es hora de dar el paso definitivo y empezar a tomar decisiones que te ayudarán a conseguir que en muy poco tiempo tu hogar sea mucho más práctico y bonito.

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