Cambiar bañera por ducha

Una de las reformas más habituales en un hogar es cambiar la bañera por la ducha. Los motivos pueden ser diversos como ganar más espacio o garantizar la funcionalidad. Lo más normal es que surjan dudas sobre cómo hacer esta remodelación, qué modelo elegir y cuánto dura dicha obra. En este sentido, vamos a explicarte todos los detalles que debes saber antes de realizar estas obras.

¿En qué consiste un plato de ducha?

El plato de ducha se trata de una losa o tipo de suelo específico que se instala en el baño. Lo más normal es que sea antideslizante y actúe como aislante para evitar las filtraciones del agua. Una de las ventajas es que está disponible en diferentes formas, tamaños y estilos para adaptarse a las preferencias de los usuarios.

Una de las principales razones por las que se instala un plato de ducha tiene que ver con la seguridad. Es una buena elección cuando se quiere facilitar el acceso y evitar accidentes. Se trata de muy apropiado si hay personas mayores en el hogar o sufren de algún tipo de impedimento o discapacidad física.

Cambiar bañera por ducha

¿Cómo se instala un plato de ducha?

Antes de cambiar la bañera por la ducha, es necesario tener en cuenta cuatro elementos de gran importancia: el material que se va a emplear, el tipo de mampara, la grifería y el revestimiento. En función de esta elección, así como otros aspectos, el tiempo de instalación puede variar. Hay obras que duran 48 horas y otras que no llegan a las 4 horas. Esto dependerá principalmente de las labores de albañilería y fontanería, así como las condiciones en las que se encuentre el baño.

Si el plato de ducha es alicatado, se puede cortar y adaptar a las diferentes configuraciones, además la pendiente favorece el drenaje del agua. No obstante, la ducha italiana o el plato de ducha de obra es la mejor solución para personalizar en diferentes formas y tamaños. A continuación, te explicamos paso a paso cómo se hace esta instalación.

  • Preparación del área. Inicialmente, hay que empezar a despejar y limpiar la zona de trabajo. Asimismo, es necesario localizar la toma del desagüe y comprobar el sistema de evacuación para asegurarse de que no hay problema con las filtraciones.
  • Instalación de la base. Seguidamente, hay que colocar la base que sostendrá el plato de ducha. Este trabajo debe realizarse perfectamente porque integrará la tubería de evacuación. Durante el montaje se respeta la pendiente de 2 % como mínimo y se verifica la estanqueidad.
  • Colocación del plato de ducha. Durante este paso hay que encolar bien la parte superior de la base con mortero cola y cerciorarse de que el sistema de evacuación esté operativo. De tal forma, que se irán colocando cada uno de los elementos de la ducha.
  • Usar la cinta de selladoPosteriormente, hay que sellar el conjunto. Inicialmente, se prepara un producto antihumedad y se aplica en todo el contorno de la pared, sobre todo, se incide en las esquinas. Seguidamente, se coloca una cinta de sellado que sobresalga unos centímetros y se vuelve a añadir esta solución para evitar que se produzcan humedades.
  • Colocación de los azulejos. Por último, se aplica la cola con una espátula y se colocan los azulejos, empezando desde el centro por si hay que realizar cortes.
  • Finalmente, es necesario proceder con las pruebas de drenaje correspondientes para ver si el sistema de evacuación funciona adecuadamente.

Para garantizar un buen resultado, lo más acertado es ponerse en manos de un profesional que disponga de las herramientas de trabajo adecuadas.

¿Cuáles son los materiales más apropiados?

A la hora de instalar un plato de ducha, vamos a tener que elegir entre diferentes tipos de azulejos para baños, así como otros materiales que afectan a la grifería o mampara. En este aspecto, cabe destacar que, aunque el azulejo cerámico es uno de los grandes protagonistas, también hay otras opciones que son tendencia como el microcemento o el papel pintado. En definitiva, las posibilidades y combinaciones son múltiples y dependen de los gustos del cliente:

  • Cerámica. Esta es una de las soluciones más económicas y se diferencia por ofrecer gran resistencia. Por lo tanto, es muy apropiada para los platos más gruesos.
  • Resina o mineral. Esta es una buena propuesta para un plato con un diseño minimalista y moderno, donde lo normal es instalarlo al ras del suelo. Sin duda alguna, la resina es buena idea porque se puede personalizar.
  • Acrílico. Esta posibilidad se caracteriza por emplear una capa acrílica y una fibra de vidrio o poliuretano. Sus ventajas son su magnífica resistencia a los golpes y garantizar una superficie más antideslizante.
  • Piedra. Este material se suele usar si el plato es extraplano, elegante y duradero. En este sentido, se puede optar por pizarra, mármol o granito. Es una buena alternativa para personas con dificultades en la movilidad porque solo tiene dos centímetros de grosor.

Ventajas de cambiar el plato de ducha por la bañera

Las ventajas de sustituir la bañera por el plato de ducha son muchas, sin embargo, vamos a enumerar cuáles son las principales razones por si todavía tienes dudas.

  • Seguridad. Una de las razones principales es la seguridad en el entorno, sobre todo, si hay personas mayores, niños o con dificultades de movilidad.
  • Comodidad. Para muchas personas, además de ser una opción más segura, también es mucho más cómoda.
  • Amplitud. En los baños o aseos pequeños, sin duda alguna, esta es la mejor opción para ganar espacio.
  • Fácil limpieza. En cuanto a las labores de limpieza y mantenimiento resulta mucho más sencillo.
  • Estética y versatilidad. Por último, como hay infinidad de modelos para elegir, el cliente siempre puede adaptar la ducha a sus preferencias.

En conclusión, cambiar la bañera por la ducha es una buena idea. Sin embargo, no dudes en asesorarte por profesionales para conseguir un buen resultado. Contacta con nosotros para ampliar esta información, porque en Reforma-te somos referentes en este sector y te vamos a garantizar la mejor solución.

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